Estuvo en portada de un digital con el titular "Y si Sinatra fuera de Pedregalejo...". He de reconocerlo, llamó mi atención automáticamente. Corrían los últimos días de octubre del pasado 2009. Leí aquel artículo, pero archivé el nombre de Tony Zenet en la memoria. A las pocas semanas apareció mi gurú en rarezas musicales, mi amigo Juan, y me soltó de nuevo el nombre de Zenet. Algo me decía que debía escucharlo. Algo me decía que un solo disco me dejaría con las ganas de más.

Efectivamente, escuché en el bendito Spotify 'Los Mares de China" hasta que empecé a pensar que, pese a ser un formato digital, se acabaría rayando. Una voz penetrante acompañada de una orquesta que llenaba el resto. Eso es Tony Zenet, un tipo de Pedregalejo de cuarenta y pocos años que se estrena con este disco en lo de la música en solitario. Otro malagueño más, pero un malagueño distinto para la música. Zenet es, básicamente, incomparable en el panorama musical local.

No me pude resistir y me encontré con el disco de Zenet en una de esas grandes casas de la industria cultural -con todas las connotaciones, hasta peyorativas, que puedan tener esas dos palabras-. Con el disco en mis manos me encontré más sorpresas. El disco no sólo merece la pena para escuchar las 10 canciones que hay en internet, no, además vienen tres auténticos regalos. Uno de ellos un dúo con Miguel Poveda. Dúo que además fue protagonista en el programa de Quintero a principio de este año.

Ver a Zenet cantar es irse 50 años atrás a cualquier bar de esos que aparecen en las películas de Sinatra. Chaleco, corbata a medio anudar, camisa arremangada y el sombrero de gangster, esa es la imagen de marca de un tipo desconocido hasta hace unos meses y que ahora se gana la vida en blanco y negro, con esa imagen de protagonista de El Padrino. El videoclip de "Soñar Contigo", el primer single de Zenet, da pie a pensar que las fundiciones de Heredia hubiera trabajado en la construcción de la Gran Manzana.

Málaga Paranormal

No tiene desperdicio. ¿Qué hay detrás de todo esto? Iker Jiménez está tras la pista



Málaga Paranormal
http://malagaparanormal.galeon.com/cienciascom.html

http://www.youtube.com/watch?v=eBX783pTOI8

En secreto...

Hace tiempo que sólo uso el blog como reflejo de opiniones sobre la ciudad, un punto de vista subjetivo, personal, individual, egoísta, como soy yo, de Málaga. Ciudad del Paraíso y del Infierno. Sólo uso el blog como contenedor de mis colaboraciones con YMalaga, diario digital al que siempre estaré agradecido por dejar poner mis jarrones kitsch -en forma de artículo de opinión o entradas de blog- en su salón barroco.

Pero hoy me he despertado con ganas de hacer confidencias. El pasado verano, un amigo me preguntó por una situación, y no me dejó siquiera responderle. Él mismo se dijo: "Ya me lo contarás por el blog". Efectivamente, hoy tengo ganas de hablar al oído a quien quiera escucharlo. Hoy, definitivamente, estoy tan cursi como nunca. Hoy, uno de esos días de lluvia amenazante, de nubes vacilonas y chulas que, por mor del destino, cobran un protagonismo impensable en Málaga. Si esta ciudad fuera una película, las nubes no pasarían de ser un figurante sin frase.

Cuando el verano se disfraza de mujer, cuando el calor te atolondra, cuando piensan más las vísceras que el cerebro... tenemos un problema. Nadie habla de amor, como dice el poeta, me dejé el corazón en Madrid y por allí debe seguir. De hecho, verano y amor son enemigos íntimos. Nunca habrá una lucha entre ellos porque, simplemente, es imposible, no cabe lucha entre lo que no se encuentra.

He de reconocer que el calor del verano no sólo me dejó tonto, ademas me hizo llegar a un punto de éxtasis, casi a levitar. Pero todo lo que sube baja. Fue un golpe seco, de los que duele al principio y ahora se recuerdan como si hubieran pasado hace años. También fue como uno de esos tropiezos en mitad de la calle, uno de esos que avergüenzan más de lo que duelen. Así que, cuando levanté miré a los dos lados rezando para que nadie hubiera visto semejante ridículo. En definitiva, que no hubo, no hay y, ni mucho menos, habrá nada que contar de aquel verano. En todo caso quedará el recuerdo, gracioso y vergonzante, de haber sabido que, alguna vez, hubo alguien que casi pudo conmigo y con mi ego. Casi.

E-book, ¿el futuro?

¿Es el e-book el presente o el futuro del libro? Años ha que escuchamos que el e-book salvará a miles de árboles de ser talados -aunque la industria del papel no sea una maffia descontrolada, sino un negocio con especiales limitaciones-, que será toda una revolución, que todo cambiará... Sin duda es un invento genial: cientos de libros en una tablilla electrónica. Algo casi mágico.

Sin embargo, siempre quedaremos románticos como Jesús Nieto, Cisco Oliva o yo mismo que, pese a car en la inevitable telaraña tecnológica, seguiremos abrazándonos al especial momento de abrir por primera vez las páginas de un libro, oler el papel, reconocer en el canto el corte del papel, avanzar y retroceder en la historia para engañarnos sobre lo que más adelante ocurrirá o, simplemente, porque creemos que Marsé, Bécquer o Pérez Reverte nos odiarían por ver que estamos leyendo en una fría tablilla.

Quizá, después de esto mi amiga Ana Belén, de Artgerust, me matará, así que me desquitaré en su favor. Es atractivo tener un gadget más, una creación genial que facilite la lectura, que permita pasar de página 'Los Pilares de la Tierra' o 'Los Miserables' sin sufrir una luxación. Genial, pero ¿a costa de qué? Llámenme rancio, me gusta. Situarme frente al desarrollo me hace creer que soy uno de esos luditas decimonónicos que se encargaban de destrozar maquinaria. Sin embargo, me diferencia de ellos que yo sí sé que el e-book acabará por despegar.

Hace unos días, en el Metro de Madrid, me encontré con al menos cinco personas que leían libros electrónicos. En pocos años, cuando los precios bajen, el e-book nos invadirá como lo hizo el mp3. La cultura llegará en forma de industria. Está claro, soy un inmovilista... pero es que a mi me gusta manchar los libros con café, hacerme heridas pasando la página -sí, además de inmovilista soy torpe-.

La ciudad del viento

¿Qué pintan una brasileña, un granaíno y un malagueño en un blog? Aquí la respuesta. Una coctelera interesante.
http://bloglaciudaddelviento.blogspot.com/

Las putas de antes

Hace un tiempo un joven columnista con mucho futuro trató de vacilarme increpándome sobre mi falta de interés en la prostitución. Sí, le dije, no me interesa un negocio en el que la naturaleza del ser humano se rebaja hasta límites insospechados. Le miré con una de esas miradas que tan bien aprendí del pasado en forma de mujer, una de esas que son una mezcla de altanería y odio. Pero hace unos días recapacite.

No soy defensor de la prostitución, pero creo que si ésta se ejerciera con libertad -sin mafias ni proxenetas- podría ser, al menos tolerable. ¿A santo de qué esto? El hecho que me ayudó a reflexionar sobre esta idea fue, una vez más, una noticia de la prensa. Algo menos de una página que hablaba de un prostíbulo medieval hallado en el centro sobre el que se alzarán viviendas protegidas para uso de jóvenes creadores. ¿El arte está prostituido? ¿La prostitución es arte?

Volví a pensar en mi amigo el columnista. Pensé que si en el Medievo los hombres que viajaban y se dejaban caer en Málaga requerían de los servicios de prostitutas, quizá no sea algo tan trasnochado. Reflexioné sobre la cantidad de creadores que han necesitado o que, incluso, han hecho gala de su 'puterismo'. Quizá haya quien necesite del sexo por el sexo para crear, quizá esas sean sus musas. Mientras Shakespeare fumaba marihuana en pipa, otros encontraban su inspiración en las prostitutas. Y ahora arte y prostitución se cruzan. Las artistas de hoy pisarán a las putas de antes en el centro de Málaga. Sí, la cosmopolita ciudad tuvo, en su día, un barrio rojo dentro de sus murallas.

Entonces vino a mi cabeza la primera frase que aprendí en latín: Puta, reputa, si potest, que significa: Piensa, reflexiona, si puedes.

El Roscón

Hoy día de Reyes incluyo un artículo que escribí en diciembre de 2008 cuando a mis amigos, los burócratas de Bruselas, se le ocurrió la idea de quitar la sorpresa del Roscón de Reyes:

La ridiculez llevada a su máxima expresión. El Parlamento Europeo debatirá una normativa por la que prohibirá los alimentos con juguete en su interior. Sólo lo hará con los que tengan que ser ingeridos para conseguir el premio. El tradicional roscón de Reyes se salvará. Los grandes pensadores de la política europea han coincidido en que la sorpresa del roscón se sale de la denominación que Europa da a los juguetes. Menos mal, porque los huevos de chocolate son otra historia, la protección es mayor que en las figuras del dulce navideño. En estos momentos de crisis que corren es complicado asimilar este tipo de decisiones. Es muy importante, indudablemente, la protección de los menores, pero hay ciertos puntos a los que la UE debe dedicar más tiempo, y no es precisamente a la regulación de alimentos tradicionales. Entender una Navidad sin roscón de Reyes es complicado. No es algo baladí observar como la fiebre de la regulación que parece que existe en este tiempo puede acabar incluso con tradiciones centenarias. Qué vayan ahora los legisladores europeos a hacer una ley de la memoria gastronómica, y maldigan a los romanos por inventar hace diecisiete siglos eso de meter un haba seca en el dulce. O peor aún, quizá salga algún energúmeno pidiendo la muerte a Felipe V por importar la tradición francesa.