Carmela, la 'irrascible'

"Arriericos semo y en 'er' camino encontraremo". Algo 'encontraremo', digo yo. Carmela García es un adorable personaje que ha saltado a la palestra nacional gracias a unas cándidas declaraciones a Velevisa que están dando la vuelta a España. Ella, política, es concejala de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Vélez-Málaga además de adalid de la confraternización y bandera del espíritu de la transición.

Carmela es una señora tan agradable y dicharachera que se extraña de que a los 'peperos' no le escupan por la calle, ya que si por ella fuera les metía dos galletas y les ponía la cara del color del pendón de Castilla. Porque, total, cuando el PP gobernaba el Vélez hacía "lo que le salía de los huevos".

La política tabernaria que nos encontramos, cada vez más, en nuestra amada provincia no es más que un trasunto exacerbado de la política nacional. Esta señora, Carmela, podría haber dicho que la derecha es "atrabiliaria y abyecta" -que así es como la denominó un columnista del Diario del S. XXI en 2005-, pero ella, política de izquierdas, prefiere decir que "no hay mayor desgraciado que el que vota a la derecha".

Carmela se pregunta, interesada, que desde cuándo la derecha ha defendido a nadie y, claro, indefectiblemente se retrotrae a la socorrida dictadura. La señora, embebida por el espíritu de la Transición, habla de los tiempos dictatoriales, en los que la derecha no necesitaba votos. Claro, ahora como sí los necesita tiene que ponerse la piel de cordeo.

En definitiva, que Carmela llega a la conclusión de que "al PP le importa 'tó' una verdadera mierda", y ella es "prudente" (sic.), no "irrascible" (sic.) como la derecha, que no es democrática. No como ella, que "le metía dos galletas y le dejaba la cara morá". Ese es el nivel de nuestra política provincial. Pero la culpa es de la banca, los "contratos de mierda de Aznar" y, como no, el sistema capitalista y los empresarios impresentable.

Amén Carmela, amén.




Málaga, centro acuático

Este fin de semana se ha celebrado en Inacua, el complejo acuátivo de Málaga, el Open de España absoluto de natación. Una competición en la que han participado nadadores españoles además de eslovenos, italianos, griegos o portugueses. Todo un lujo desconocido para Málaga. Casi como el propio complejo.

Que Málaga sea el referente andaluz en cuanto a instalaciones acuáticas no es un tema baladí. Tenemos una cantera de grandes nadadores. Desde que apareciera María Peláez, los clubes malagueños no han parado de mejorar. El Real Club Mediterraneo, el Cerrado de Calderón o el Club Deportivo Limoneros son una buena muestra de que Málaga está en la élite de la natación con gente como Marta Recio o Pablo Mira (que ha fichado por el Canoe madrileño).

El Open no viene sino a fortalecer la imagen de esa Málaga que puede con todo. Como pudo con aquel genial Campeonato Europeo de Waterpolo. En Italia, en Montenegro, en Serbia, en todos aquellos países Málaga fue protagonista de páginas de deportes, secciones de informativos. Mientras que nuestros medios locales pasaban de puntillas, y el que no lo hacía era por justificarse, en Europa se hablaba de Málaga como centro del mundo waterpolista durante dos semanas.

Por aquí pasaron jugadores de la talla de Ivan Pérez, 'el negro de la selección', como le llamaban los voluntarios y el público; o Roberto Calcaterra, una gran leyenda del waterpolo mundial. Y Málaga cumplió y con creces su papel de organizadora.

Ya se celebró por estas mismas fechas el Open en Málaga, y el año que viene volverá a hacerse. Quizá haya quien lo vea como un trámit para justificar la inversión en un complejo que, aunque mejorable -por pedir que no quede- es lo mejor de lo que puede encontrarse uno en Andalucía y parte de España.

Aunque Málaga no tenga la tradición 'acuática' de Madrid o Cataluña, no cabe duda de que se está trabajando desde la Federación y desde las instituciones para mejorar y llegar a estar en la élite de la natación y el waterpolo.

Entrando a matar al volapié

Que nadie se altere, nada de toros hoy. La Feria de Abril, la taurina, sigue su curso. Tampoco nos vamos a poner a pegar estoconazos porque sí. Que va, hablando de La Malagueta y de volapiés fuera de Feria o el fin de semana de Pascua es hablar de cañitas bien tiradas, vino bien traído, comida de gran categoría.

Ya lo escribí en Twitter: "@FJCristofol Como en casa http://moby.to/bv2cro". Pasar por Al Volapié es sinónimo de pasar un buen rato rodeado de buena gente en un entorno inmejorable. Frente a la puerta de cuadrillas de la plaza de toros, justo junto a la verja de Sevilla, una de las mejores bodegas de La Malagueta.

Además, hay cosas que parecen sólo reservadas a los grandes restaurantes con nombres rimbombantes y latinajos. De eso nada. Hay novedades que nacen en las 'recónditas' tabernas malagueteras. Al Volapié es el contenedor de un proyecto en el que participan El Pez Doble Producciones y el maestro enólogo Francisco -Paco- Medina. "Las cenicatas". Los propios creadores han querido definir este estrambótico concepto de una manera clara: "Cenas con platos exquisitos con productos de aquí emparejados con vinos de nuestra tierra de Málaga. Vinos excelentes que seguramente no conoces. Vinos de la bodega Málaga Virgen".

Uno, que pierde el juicio por un Ribera normalito, considera que este tipo de iniciativas son, más que interesantes, necesarias. La verdad es que, quitando el Barón de Rivero, poco vino malagueño conozco. Pero ahora resulta que Paco Medina me afirma que la D. O. Málaga es la más antigua de España. Una vez más, dentro de esa lucha entre las de cal y las de arena, a uno se le salen los colores por no conocer casi nada de su ciudad. ¿Cuándo tendremos en Málaga ese orgullo malagueño que tanta falta nos hace?

Andalucía a navajazos

Ya lo decía el Yuyu en el Carnaval de Cádiz del año 2000. Disfrazados de grupo de heavy metal, 'Los Rockeros de la Puebla en concierto' regalaban un pasodoble que relataba la hermandad que existe entre los clubes andaluces. Así empezaba:

"Nosotros los andaluces
nos querenmos como hermanos,
y cuando jugamos al fútbol
siempre nos lo demostramos"

Pura realidad. Que se lo digan al muchacho sevillano que se ha llevado una puñalada. Muy bien, el chiquillo no sería un ejemplo a seguir, o quizá sí, me da igual. El tema es que los andaluces seguimos demostrando que somos los más catetos. Por si alguien no lo sabía, ahí tenemos la demostración, navajazo al canto. Seguía el Yuyu:

"Si el estadio está completo en un Málaga - Sevilla
'pa' que quepan más personas
'po' se rompen tres mil sillas
Y si algunos sevillanos llevan armas
no es para dañar a nadie ni para causar alarma
es por si los cachearan decirle al poli "Toma, mi arma""

No fue el sevillano el que llevaba el arma, sino un malagueño, majara para más señas. Mientras, en los despachos los presidentes del llamado G-5 -los representantes de los cinco clubes andaluces de primera- se reparten entradas para fomentar el hermanamiento entre unas aficiones con más ganas de esperarse fuera para limar asperezas a cates y guantás.

Mientras el Xerez y el Sevilla se hermanan o el Almería y el Málaga se dan palmaditas en la espalda celebrando su cordialidad, en otros derbis los aficionados son los que se dan 'caricias' por la espalda, de frente y de perfil. Ya se sabe, que el amor no entiende de posturas...

Todavía recuerdo aquella columna que escribió en El Mundo Ferrer Molina el sábado 30 de mayo de 2009 y que tituló 'Europa a pedradas'. Ocho días después se celebraban elecciones europeas, pero Málaga era protagonista de esa columna porque había muerto un hombre a pedradas. Como las lapidaciones de 'La vida de Brian', los autobuses de los equipos visitantes yacen en las carreteras cuando se juega un derby regional, puro hermanamiento. El otro día más que Europa a pedradas, podría haber reescrito esa columna y haberla llamado 'Andalucía a navajazos". Ni en las chirigotas del Yuyu cabe tanta irrealidad, tanto absurdo... tanta gilipollez.

El pregón, de lejos.

Hace más de un año dije aquello de que me calaba la montera y entraba en esta plaza. Desde entonces ha llovido muchísimo -nunca mejor dicho-. Treinta y ocho artículos desde aquel 25 de marzo, en el que debuté. Más habrían sido si no hubiera estado tres meses en la redacción local de El Mundo en Málaga. Málaga... el centro del universo: su Feria, su Carnaval, su Semana Santa, su cerveza Victoria o sus espetos. Casi ná.

Ha pasado la Semana Santa y sólo he comentado, en vísperas, el coñazo de los teléfonos móviles y algunos impertinentes usuarios de los mismos. Pero han pasado tantas cosas en Semana Santa que lo mejor es contar algo del pregón. Ese denostado pregón de Agustín del Castillo. Ese pregón que la crítica se centró en minimizar en lo siguiente: ha hablado de militares y de los años 80, eso es 'caca'.

Caer en el grave perjuicio de la generalización queda feo. En la opinión de este plumilla, lo que hizo Agustín del Castillo fue contar y pregonar su Semana Santa. No es que sea algo válido, al contrario, es lo más honesto, lo mejor que pudo hacer, lo más sensato y, por supuesto, lo más verdadero. Entrar en florituras poéticas, en glosar a cada una de las hermandades o lo bonito que es el ojal de la chaqueta del hermano mayor de la Cena -por poner-, habría sido una gran mentira. Agustín, por lo poco que lo conozco, no parece una persona que se deje llevar por el aplauso fácil.

Más vale tarde que nunca, pero mi apreciación sobre el pregón ya se pudo escuchar en la radio tras el mismo, me pareció un pregón valiente, lleno de contenido cristiano y pleno de vivencias de un cofrade. Dicen que el problema este año no ha sido del pregonero, sino del que lo ha elegido. Yo creo que el problema está en muchos de los cofrades, que -como ya dije una vez- nos la cogemos con papel de fumar. Yo el primero, y sino miren el artículo de los camarógrafos impertinentes. Quisquilloso me llaman. Sí, como buen cofrade soy quisquilloso, busco el detalle más nimio, como que Las Penas, por seguridad tuvo que quitar una de las velas de su candelería, o que el Señor de la Agonía llevaba unas estacas, unos dados, una calavera y un martillo en el monte de corcho... Detalles pequeños.

En definitiva, cada cofrade es un pregón, y el de Agustín del Castillo fue el pregón de Agustín del Castillo, pero guste más o menos al lobby cofrade es el pregón de la Semana Santa de 2010 de Málaga. Incluso a un conocido periodista malacitano le pareció mal que Agustín levantase al público a rezar al final del pregón. 'Mireusté', a mi nadie me puso una pistola en la cabeza para levantarme, igual que nadie lo hizo en el himno nacional de España o en el himno andaluz. ¿No se supone que los cofrades debemos ser católicos?... ¡Ay!, para cuánto daría ese debate.

Rememorando...

Hoy he me he reencontrado con un trabajo que hice hace más de un año para el máster de El Mundo. Se trataba de escribir una serie de cartas. La que menos recordaba, pero más me ha llamado la atención, es esta que os pongo:

Hola Juan:

Pasan los años, pasa la gente, pasan los reyes, los obispos, los gobernantes, los políticos… pasan todos. Sin embargo, esa asquerosa aversión entre los españoles jamás pasará. Desgraciadamente, querido amigo, este bendito país al que tanto amamos está muy lejos de ser la patria de la que nos hablaban aquellos charlatanes. Quizá seamos demasiado idealistas, pero me temo que de aquella guerra fratricida que separó a nuestras familias aún queda mucho.

Tu abuelo luchó con la república. Sin tener mayor idea, ya ves. ¡Él votó a la CEDA! Era de derechas, pero luchaba por un gobierno que pudieran elegir todos. Mi abuelo luchó con los nacionales por una mujer. No tenía ni idea de política. Salió del campo con los ideales de un tal José Antonio, sindicalista de izquierdas, al que la derecha de la época robó su simbología para formar una de las dictaduras más sombrías e infructuosas de cuantas se han sufrido en el mundo. Todas lo son, me dirás. Sí, todas lo son, pero ¿acaso Miguel Primo de Rivera no dio un sistema de educación pública, una red de carreteras mejorada, mejor sanidad…?

Al menos hoy no tenemos dictadura, al menos hoy somos aparentemente libres. Sí, aparentemente. Tú, hoy, eres preso de tu partido. Vistes con trajes hechos a medida, combinas perfectamente las camisas en tonos rosa con las corbatas en tonos azulados. En la solapa de tu chaqueta tienes prendido un albatros a juego con la corbata. Yo sigo como antes, con mis rebecas de lana de colores, con esos pantalones anchos que me legó aquel idealista que era mi padre en mayo del 68.

Nuestros abuelos no escucharon la radio durante la posguerra. Todo aquello era una farsa. La comunicación unidireccional. Todo sigue igual. Tienes donde elegir, pero la comunicación sigue siendo unidireccional. La diferencia es que hoy la oposición no es ilegal. Algo hemos avanzado amigo. Los tiros hoy no se pegan en las colinas, sino en los diarios, en las radios, en las televisiones. A través de los medios se encienden a las bases, se divide.

Ya lo dijo Machado: "Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón". Tiempo después, Ana Belén y Víctor Manuel decían eso de "España camisa blanca de mi esperanza, a veces madre, siempre madrastra", o los Héroes del Silencio cantaban aquello de "Entre dos tierras estás, y no dejas aire que respirar". Hoy hay dos Españas, como las hubo en la Guerra de Independencia, como las hubo con Cánovas, como las hubo en las dos repúblicas, como las hubo con Franco...

Las dos Españas de hoy son igual de fratricidas y están encendiendo desde los medios: sólo hay que comparar a Federico Jiménez Losantos con María Antonia Iglesias; a César Vidal con Enric Sopena; a Ian Gibson con Pio Moa… Así podría seguir. Ya lo sabes, jamás he sido partidario de nadie, y menos ahora. Esta España dividida nos perseguirá siempre, desgraciadamente a nadie le interesa que cambie. Así no cambiarán el techo de este tinglado que, por cierto, cada vez está más enmerdado.

Te saludo, y espero tu visita aquí, en mi exilio voluntario, en tierra de nadie. Un fuerte abrazo de tu amigo.

Golpes y más golpes le dieron

http://www.laopiniondemalaga.es/pi-viernes-santo/2010/04/05/golpes-golpes-le-dieron/331127.html

Publicado en La Opinión de Málaga, en la página 6 del suplemento de Semana Santa del 2 de abril, Viernes Santo.

Hay misterios que nunca tendrán solución. Que Jesús fue crucificado, muerto y sepultado es algo que rezamos cuando vamos a misa. Es parte del credo de la Iglesia Católica. Hasta aquí, todos de acuerdo: Jesús fue crucificado, podemos añadir, incluso, que fue clavado al madero por las manos y los pies. Pero de ahí en adelante nos encontramos con enigmas y misterios difícilmente resolubles.

En ninguno de los cuatro Evangelios canónicos encontramos la descripción de la crucifixión del Señor, simplemente se limitan a decir que estaba clavado en la cruz, acompañado por San Dimas y Gestas, los ladrones. Conocemos detalles de la Pasión gracias a investigaciones, como por ejemplo el tipo de látigo con el que pudo ser azotado un condenado a crucifixión en la época de Cristo, o los posibles materiales con los que fue coronado de espinas. Sin embargo, seguimos enfrentándonos a una gran duda: ¿Cómo clavaron a Cristo?

En el sexto número de La Doble Curva encontramos una interesante contraposición de dos ideas sobre la crucifixión. De un lado contamos con las investigaciones acerca de la Sábana Santa de Turín y el Santo Sudario de Oviedo que los cofrades conocemos gracias a Juan Manuel Miñarro, que es sólo la punta de lanza de un amplio número de investigadores y que afirman que el hombre de la Síndone fue crucificado por la muñeca. De otro tenemos el estudio realizado por el doctor Aurelio Díaz y que aclara que el Señor sí pudo aguantar crucificado por las palmas de las manos, en el espacio entre el segundo y el tercer metacarpiano.

Un enigma para siempre

Debemos partir de la base de que, como en otros temas religiosos, tenemos que dejarnos llevar por la fe para creer que el hombre de la Síndone es Jesús. Sin embargo, la ciencia nunca podrá dirimir el enigma de si es Cristo el hombre que está en la imagen de Turín ya que no existen posibles contrastes de ADN con ningún familiar directo.

Comenzando con los estudios de Miñarro, éstos indican que el hombre de la Sábana Santa fue clavado en las muñecas. El profesor de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla afirma que "en la Sábana Santa se aprecia muy claramente la situación de la herida en el único dorso visible de una de las manos que es completamente visible. No se puede definir absolutamente cuál fue el lugar exacto, pero sí sería posible un suspensión de un hombre de unos 80 kilos sólo agarrado al madero por clavos".

Además, Miñarro arguye que a situación de la herida no admite discusión y que "no pudo ser crucificado por las palmas, ya que cada brazo debería haber soportado una tracción de 90 kilos, según el estudio anatómico que indica que los brazos formaron un ángulo de 65 grados respecto al madero".

Clavar a un hombre por la muñeca le provocaría fuertes dolores, como estímulos de paroxismo –que harían perder el sentido– o calambres. Sin embargo, pese a esto, el profesor Miñarro asiente que "es el único lugar anatómico de la mano que permite una fijación lo suficientemente fuerte para aguantar este peso".

Por otro lado, el doctor Díaz nos indica, al igual que Miñarro, que clásicamente se han barajado tres regiones anatómicas donde pudo ser clavado Cristo o el hombre de la Síndone: a nivel de la articulación radiocubital distal –región del brazo próxima a la muñeca–; otra segunda entre los huesos del carpo –también en la muñeca–, o bien en la palma de la mano. Esta última es sobre la que ha estudiado Díaz y la defiende con su artículo en La Doble Curva.

Criopreservados

El médico malagueño realizó la prueba con cadáveres criopreservados. Mantuvo durante tres horas con peso las extremidades clavadas en la articulación radiocubital distal y en la muñeca, y durante tres días las clavadas por la palma de la mano.

Del artículo de Aurelio Díaz se desprende que al ser clavado por la palma de la mano no se produce desgarro de ésta, aún estando sometida a una tracción de 44 kilos durante tres días. Además, al introducir el clavo por esta región, no se lesiona ningún hueso, como se muestra en los Evangelios y, por último, el orificio de salida está en relación a los huesos del carpo.

Gracias a las investigaciones de Díaz, el escultor malagueño, José María Ruiz Montes rectificó las llagas de una de sus imágenes. Un Cristo crucificado que aparecía con las heridas en las muñecas y que ahora las tendrá en la palma de las manos.

Con estos argumentos, es complicado sacar conclusiones a favor de uno u otro, ya que ambos sostienen una base científica sobre la que pocos podemos discutir. De lo que no cabe ninguna duda es que el hombre de la Síndone es uno de los grandes misterios de la Iglesia, incluso, más allá, de la Humanidad.

Saber cómo fue clavado un hombre hace casi 2.000 años sigue manteniendo a la comunidad científica en vilo. Sea o no Jesucristo, la Sábana Santa muestra a un hombre que sufrió una vil tortura y, según muestran la Síndone de Turín y el Santo Sudario de Oviedo, se trata de un hombre con un tipo de sangre –AB– habitual entre los palestinos de la época de Jesús, que fue azotado, coronado de espinas, fue crucificado y sufrió una lanzada en su costado derecho.

¿Es Jesús?

Como apunta Miñarro, en este sentido "nunca podremos saber si es Jesús, la ciencia nunca lo podrá comprobar, pero son muchas casualidades". Estas casualidades son, por ejemplo, que cuando se realizaron los análisis del Sudario había una entre mil probabilidades de que la investigación determinara que el tipo de sangre de esta reliquia y la Sábana de Turín eran el mismo. Efectivamente, era el mismo, AB.

Sea quien fuere el hombre que aparece en la Sábana Santa, estamos ante una reliquia única, ya que no existe ningún otro caso en el que una tela contenga la imagen en negativo de un hombre que sufriera una tortura como la que aparece en ella.

Y, aunque la ciencia no pueda probar que se trate de la auténtica mortaja del Señor, tampoco puede probar lo contrario. Pese a que las pruebas del Carbono 14 dataran la Síndone en el siglo XIV, son numerosas las voces de científicos que no dan credibilidad a ese estudio.

Para los cofrades, sea o no Jesús el que esté en la Sábana Santa es un dato que gustaría conocer, además, como estamos comprobando, y así lo han demostrado imagineros como Miñarro, Carmona o José María Ruiz Montes, los estudios sobre la Síndone pueden suponer cambios en la concepción del arte y la imaginería de nuestra Semana Mayor.

Al fin y al cabo, clavado por la muñeca o por la palma de la mano, la devoción no se mide por la perfección anatómica de una imagen. Pero para eso están los artistas cofrades, para mantener vivo el espíritu barroco que marca nuestra estética cofrade, un espíritu con siglos de historia, pero que sabe aprovecharse de los adelantos técnicos.